martes, noviembre 10, 2009

La mente es creativa.

Nostalgia es:

Un día en la tierra natal de Florencia, el señor Manuel le comentaba su teoría de vida en la que el aseguraba morir solo. Decía:
“Yo no me veo morir con una esposa o rodeado de nietos.”

Manuel un tipo de aproximadamente unos 45 años, amable siempre con una sonrisa, alegre, gusta de silbar en los pasillos y considerados por muchos un hombre falto de pasión (nada más falso), además le gusta contar chistes y siempre saluda de mano. Apretando fuerte y con una sonrisa que por lo general invita a darle un abrazo.
Además pienso que Manuel, tenia al menos 5 0 6 hijos con diferentes mujeres, puesto que jamás recibía llamada de algún hijo u esposa habitual.
Le gusta leer cosa que al resto de los empleados en el área no le es muy grato a menos que tenga técnicas para incrementar ventas, por ello era fácil y entretenida las platicas entre Florencia y el. No era el mejor vendedor pero sí el más honesto y simpático del lugar.

Era común ver a Florencia y a Manuel sentados en un pasillo del jardín, siempre ligeros y por lo general en un ataque de risas que al resto solo le podía generar descontento ya sea por pensar que era de ellos o bien por querer hacerlo pero temiendo bajar sus ventas del día. Aun así Florencia y Manuel siempre se saben el tiempo para hablar de casi todo pero con humor:
*Ventas
*Amigos
*Comida
*Libros
*Poesía
*Amores y ocasionalmente Ventas.
Un día Manuel a quien Florencia casi desde que llego aprecio, le decía en una de esas charlas después del respectivo chiste del día. Él le decía que el cerebro es tan increíble que hace que recordemos tanto el pasado que parece doler, pero es tan poderoso que puede lograr que situaciones que jamás existieron. Esas situaciones pueden ser producto de un desamor, una ilusión o tan solo una necesidad que el alma opaca y reproduce en una memoria falsa.
Ese día Florencia y Manuel hablaban de envejecer, del miedo a morir solos, del valor de la pareja, pero del importante valor de los amigos.
En ese tono es donde surge la interrogante de ¿si amamos o nos amaron?
De si llegaremos a amar de manera intensa como los poetas en sus libros, o las mentes creativas en las películas. La discusión era en torno a si alguna vez Florencia o Manuel habían sentido la sangre quemar, o el corazón desfallecer por alguna persona, nombre o beso. Se preguntaban si alguna persona había logrado mover en ellos las fibras del ser. Si el recuerdo que en ese momento parecía ser dolor era real, o solo un reflujo de esa memoria falsa de gente que ni siquiera existe puesto que es la necesidad de creer la que les dé cualidades que no existen.

Manuel un caballero que poco dice de forma clara de su vida personal, pero que si se tiene la mente alerta uno puede escuchar a través de sus ojos, sus manos y sus movimientos corporales, o incluso en el desayuno. Suele tener los mejores consejos o de no serlos al menos los que se necesitan escuchar en ese momento para quitar el micrófono a la falsa memoria.
Ese día Florencia tenía ese sabor a té de menta en los labios.
¿Cómo es el sabor?
Simple: Fresco, con ganas de mas, pero solitario.

Nadie mejor que Manuel, para conversar, mirada suave, sentido protector, amigo leal, ante todo un caballero, siempre con un abrazo desinteresado, una sonrisa tibia, una mano que te dice: Todo estará mejor te tienes a ti.
Manuel es por mucho el mejor bono que el empleo de ventas pudo dar a Florencia.
En otra ocasión y con una taza de café con canela hablaremos más de Manuel.




2 comentarios:

  1. Manuel. quien existe a quien estimo y de quien no se mucho... Un señor que de ser mi padre.. seria lo se como mi conciencia...

    Un abrazo que se el tiene presente

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  2. BRAVITSIMO mi querida florencia me encanto

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